miércoles, 2 de mayo de 2007

Plegaria al borde del camino



“Sácame de la red que me han tendido”
[Salmo 31:4]

Vacío está este vaso
el agua ha congelado mi gracia
con la virtud del cristal
de todas formas
aquí abajo
se siente a menudo
el frío de la muerte.

En tu invariable amor
hallo refugio
Señor mío…

Así
los peces vuelven a los ríos
el llanto se evapora en la obediencia
los pies benditos regresan al camino
los nombres suenan tersos en tus labios
y hasta las rocas quieren emularte.

Pero sólo hay un alcázar
sólo un lugar lleno de luz
sólo una evidencia en el deseo
pues tu hálito
Señor
mi Señor,
revoca el alma
que hoy te busca
de rodillas.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

gracias x el comentario! no dejes de orbitarme!