viernes, 26 de febrero de 2010

Carne y uña

por graciela malagrida


Anoche usé métodos de búsqueda de esos que hay ahora
intenté alterar la secuencia cronológica, como en el cine
para traerte del pasado o ir a tu encuentro como entonces.
¡Vaya Dios a saber qué me tocó el corazón de esta manera!.
Pensé en la holgura del momento, eran las dos de la mañana
dormían las estrellas y los peces bajo el agua…todos dormían
menos yo, inquiriendo a las máquinas “contacto”. Pero nada.
Sólo pude ver una foto pequeña de 1985 y ninguna dirección
que me regresara el alma, la posibilidad de hacer lo que me sale
“escribir”. -Indudablemente se trata más que de eso- pensé. Esta vez
tengo que esmerarme, salirle al cruce a aquellas dos niñas
verme en tus ojos y decirte por ejemplo: “cuánta agua pasó
bajo este puente”, “cuánto te quiero”, “cuán cursi suena…”
“cuánta falta me hiciste en todos estos años”
, etc . etc.
Será ineludible el flashback, el racconto, el páramo
el túnel, quizás, hasta la lágrima gigante y el abrazo.
Ya ves, esto puede ser un sueño de tantos. Así vivo. Esto soy. No sé
si hay que pedir perdón por los espacios en blanco. Para mí
hay tramos de la vida que vale la pena hacerlos solos, calladamente.
Tal vez se me fue la mano en la barra espaciadora…Pero no te preocupes
en todo este tiempo desdibujé la línea del tiempo
y traje a colación muchas escenas. Viven en cada niña que veo
esas dos que supimos ser, así de simple, así de sanador.
Aún guardo el esqueleto negro de una hoja
una de tantas, ignoradas por todos, por su aspecto negro
casi putrefacto… Aún te veo sacándole el pellejo, mostrándome el milagro.
Aun me siento a mirarla a trasluz, como una filigrana. Aún brilla el Chimiray
en las lembranças y esas víboras amarillas y negras
cruzando la cachuera sobre el musgo, acostumbradas a mi cara de susto.
No vas creer, pero añoro esas Pukys y su botecito inflable…
y cuando les doy de comer a mis peces, también comen de mi mano las “viejas del agua”.

Seré insistente: el horizonte es bello, bello… mucho más
que cualquier retrovisor. Y aunque lo más probable sea
que tus versos vetustos ya no me describan
te pido que, cuando me veas, finjas olvido y me digas:
“está todo bien”, “sobre patines”, como siempre.
Vas a ver que todo vuelve y mejor
como vuelven las aves a los nidos
llenas de espléndidos
trozos
de cielo…

Ayer - el día más largo de mi vida - te invoqué
y me sentí un animé, te juro. Reviví tu nombre y algo despertó
volvió en sí, como las princesas de los cuentos.
Entonces tuve esta certeza:
no hay final feliz sin una infancia inmune
y eso, como tantos privilegios, amiga mía
se lo debemos a Dios
nos lo debemos.

-Vaya Él a saber
qué me tocó el corazón de esta manera
el día más largo de mi vida…-

(continuará...)

jueves, 25 de febrero de 2010

Muestras germinales

por graciela malagrida


¿Es que sólo se puede sentir orfandad
en medio de este lodo
de esta boca de lobo
de este apagón?

Quiero expresar que no.

Te vi oteando en el hueco
por donde entraba la luz.
La dejabas hacer su parte-recuerdo-
y recorrías su cuerpo con el dedo…
Mi inocente silencio se escapaba
y en él, la eternidad
del alma mía.

Toqué tus manos, tus párpados
mientras dormías… Supongo que eso
cambió mi historia para siempre.
Distinto hubiera sido tener que sonsacar
las verdades de este mundo por las mías:

“No hay día después, ni ciencia
cuando sucede la muerte. No hay
ángeles detrás de los disfraces
ni damas de acero con pies de barro.
No hay nubes ni mares
más grises que tus ojos…”


Después de ese mirar
me dediqué a exhumar
los misterios y las caras del vacío
la utilidad del cuenco perforado.
Después de ti perdí la voz… o mejor
la trasladé a las yemas.

Supongo que no aprendí
a soltar lágrimas en público
y que a falta de esa forma de mirar
sólo digna de tus ojos
jamás volvieron a verme
en verdadera magnitud.

-¿Es que sólo puedo sentir orfandad
después de ti?
– pregunté a mi reflejo
y advertí el antiguo hueco que hiciste
por donde entraba claramente
la antigua luz matricial
chispeando entorno a las palabras

y en el consuelo tras el luto de la noche
y en el abrazo de Dios por la mañana
desperté frutal, alegre, hijuela, germinal
tierna semilla, en tu visión de pájaro
esparcida.

martes, 23 de febrero de 2010

Al ángelus



Recuerdo sueños durante la vigilia y entre sueños rememoro el rostro del mañana. G.M.





¿Discurren las aves antes de la tormenta?
¿Cuestionan la razón del relámpago y el trueno?
¿Ajironan su plumaje? ¿Reniegan su naturaleza trovadora?
-¡Válgame Dios! ¡faltaría más! – dice una voz melodiosa
proveniente del patio contiguo. Un ave no echa el guante
sobre lo que no debe, pues no lo necesita.
Me asomo en puntas de pies a otear sobre el muro
y un instantáneo, fuerte aleteo, mueve el aire circundante.
-Scht! soy yo!. No me mires así… nada tengo que enseñarte.
No despiertes a mis pichones, es hora de honra y calma. Ven a mi lado
miremos el afuera. Hay un mundo impaciente, malcontento
que está mutando como una crisálida. ¿Lo ves?
– Asentí con la cabeza.
Y siguió: - ¿Crees que soy un simple rapiñero? y ¿todavía piensas
que ese cardo ha crecido de la nada, en un barranco pedregoso
y aun así da flores blancas?. ¡No menees la cabeza! -

Dijo, dijo, dijo… habló sin parar horas enteras.
Como un libro abierto me mostró el ciclo de la vida
el pasado, el futuro en un esquema aéreo, conocido
como conozco yo la palma de mi mano.
Luego se despidió con los ojos somnolientos
señalándome el aspecto de un lucero
en la lupa imperceptible del rocío.

Dijo, que me había visto en la oscuridad
hurgando en basurales, buscando estrellas en los charcos
y a plena luz, clamando como claman las acacias.
Susurró: - Linda, ya vamos a dormir, es tarde para llorar
para hablar por hablar, para hacer algo más…-.


Así, soñé que planeaba, que el sol tenuemente iluminaba
la boca de la luna. Soñé que besaba
la tierra que otros pisan, que plantaba palabras
sin pellejo. Soñé con un bosque ungido
por el aroma intrínseco de esas, flores silvestres
despojadas. Soñé hasta los topes del aire
en mis pulmones… hasta la enmienda plena
de la trova. Soñé con tus sueños
entré por tus puertas, abrí las ventanas
y activé los géiseres de tu rostro
cuando sonaron las campanas del Espíritu
al ángelus.

lunes, 22 de febrero de 2010

Tamos sapienciales

por graciela malagrida



1

No quiero más la confusión del sol amarillento
me desconsuela esta cara avergonzada de la luna
por eso enhebro estrellas sueltas cada noche
y al amanecer, me tuerzo en un paréntesis
a conciencia:
…sé que pendo de un hilo.

2

En la aventura verbal adiestro el pulso
para obligar al cuerpo desde el habla
a mantener la palabra
a no cansarse de sí mismo, a dar el pecho
al cándido y con ello
exterminar a la muerte día a día.

3

Desenredo la luz
la cabellera fugaz, blanca
del alba
donde recojo la verbena
en el breviario
del alma.

4

No quiero ardores en el ánimo
ni a estas alturas, sensaciones insumisas.
No adopto por soledad a los hijos del descuido.
Sería un sacrilegio. Mejor reconozco que estoy a mis anchas
que es ésta, la flor de la edad, la reina del follaje
que trepa por los muros y los derriba.

5

Escupo flemas tenebrosas. Expulso
restos de noctámbulas quimeras. Hay
un toque de queda ahí, frente al espejo
que abre el cielo dentro de los ojos
que exprime las nubes
hasta el relámpago.

6

¡No lo puedo creer!
declaro amor
y afuera llueve
discretamente.

7

Una hebra de plata
una piedra preciosa
la mismísima cruz, una vida
son tan invisibles
bajo la costra erosiva del olvido
la apatía, el cinismo o el polvo.
Más todo pasa. Y hasta el viento espera
y se agobia
antes de soplar

...

jueves, 18 de febrero de 2010

Pedacitos de mi sangre

por Asma Saqr Ql-Qassimi‏


Salmodias de las preguntas

Fluyen las visiones de la noche

En los pasillos del alma

Y nos revela Ibn Alfared y Al Halach

Nos embriaga el vino de su sufismo

Liberado en las aflicciones de la pasión

Y nos elevemos en los espacios de los alabadores

Repetimos las salmodias de las preguntas y de la locura

Erramos entre la emanación del incienso

Y entre las danzas de los enamorados

Y se nos revelan los secretos de lo desconocido


Alas de la lluvia


La resonancia de los recuerdos

Pasa en colores de la limpia visión

Colora la historia de mis años

Dibuja mis rasgos sobre...

Las alas de la lluvia

El sonido de las canciones

Me lleva hasta las estrellas

Me atormenta una luz que viene

Desde la profundidad del alma

Hacia las aceras del tiempo

Forma del polvo de mis sueños

Cuadros utópicos

....................................................



Expatriación del mutismo

La lluvia de la luz

Contraria la oscuridad de mi noche

Un clamor se apodera de mi extensión

Una locura mora en mi sentimiento

Busca entre las líneas de mi destino

Mi alma...

Palpa mi cara morada

Por la somnolencia de una expatriación de mutismo

Latente en el crisol del alma

Me dibuja sobre la plancha del sol

Me dispersan los vientos

Sobre las orillas de las nubes

Para que el destino me escriba

Sobre las alas de la ilusión


Memoria de las cosas


En el desmayo de la claridad

El pasado ejerce su locura

En el cuerpo del presente

El silencio domina el universo

Las cantinelas de la pasión las tocan

Dedos nocturnos

Ahogados en la somnolencia de la oscuridad

Las figuras de la reflexión

Depasan la etapa del nacimiento

Bailan

Bailan

Bailan

Fuera del campo de la creación

Plantean las extrañas preguntas

Procuran seducir al mutismo

Tocan sobre las cuerdas de los sentimientos

Aromonías de la duda y de la certeza

Desaparecen las visiones

Como la desaparición del anochecer

Detrás de la tiniebla del destino

Buscan la efusión de un amanacer

Que se derrama como el escalofrío de la lluvia

El viento le ofrece una cantinela de amor

Que colora los rasgos del horizonte ausente

En la memoria de los cosas

Con colores de la visiòn

Vaga alrededor de la luz

Como mariposas del espejismo

Dibuja sobre sus páginas

El himno del ruido

Para que la memoria de los espacios la desperse

Sobre líneas del sueño


La época de mis tristezas


Viniendo de las cuidades de la perdición

Llevo conmigo la época de mis tristezas

Me llevan mis interrogantes

Hacia los tiempos del pasado

Y los espacios del presente

Vivo la soledad de los sensibilidades

El mutismo nada

En los pulpitos de mi oración

Errando en espacios

Impertenecientes

Sublevo la sombra de las nubes

Y dibujo mi delirio

Sobre las páginas de la lluvia

En el minarete de mi alma

Un sacerdote de un santuario

Registra la expatriación de mi alma

Con santas letras

Lee mi memoria tatuada sobre

Los muros de mis venas y mis arterias

Purifica mi alma del enfierno del cuerpo

Para que penetre las barreras de la luz

Y entre en la sublimidad de la claridad

No hay más en la profundidad que el monoteísmo

Luciérnaga a la orilla del dolor



Me atormenta el dolor

Se cuela entre los pliegues del alma

No me queda la gana

De buscar una salvavida

Que me puede rescatar...

De las tinieblas de la fatal desesperación

Cerradas están las puertas de la alegría

En mi cara

Tatuada con reflejos de los espejos

De la esperanza engañosa

En la taberna de mi pecho

Hay mutismo / clamor

Se tocan copas del dolor mañanas

Y tardes....

Se beben brindises de mis

Fracasos dispersados

En caminos de los deseos

Cansada estoy .....yo

En mi memoria hay cuentos y relatos

Que ya no los he escrito

No los comprenderan

Las páginas de mi vida

Perdida entre: esperanza y dolor


Desmayo del tiempo

Me siento en el rincón del mutismo

Que me lleva hacia

El desmayo del tiempo...

Mis rasgos desaparecen

En nieblas del pasado

Y en nubes del presente

Practico algunos de mis rituales

Llevo amuletos invisibles

Enciendo las velas de los deseos

Para que pueda ordenar de nuevo

Los abecedarios de mi alma

Leí un poco de esperanza

Y su eco retrocedió en los pasillos del sueño

La espera se envejecía

Entre desesperación y esperanza

El sol de los deseos

Pronto se pondrá....


Expatriación

Peleas tu día

...grupos...y grupos

Estos vienen...y estos

Se van

La respuesta a un preguntante...

Y la pregunta se dice...de un ignorante

Aquí un barrio y allí una calle

Y el rincón es una cafetería

Y el mundo está sufriendo

Y cuando la tarde domina

Y se va hacia la oscuridad

Mucho después de la madianoche

Te quedas solo y no hay nada nuevo

Este fin está repetido

Y la cita mañana

Donde se repite el empezamiento

De esta escena....

¿Nombramos estos momentos

Expatriación ?



Pedacito

Pasas tu día lejos...

Estando entre ellos...

En aquella mesa...

Y delante de ti está la taza de café...

Y escuchas las preguntas...

Ignoradas y desconocidas...

Y regresas a tu mesa y a

Tu taza...

Como si nada sucedió...

Es la expatriación del alma


El mapa de la perdición


En la horacina de mi alma

Mi voz repite

Acudid al sufrimiento

Salmodio los volúmenes de mis dolores

Aspiro hasta la última gota

De las copas de mi sufrimiento

Dibujo en el mapa de mi perdición

Líneas de mis sueños imaginarios

Que me tiran hacia la imposible extensión

Desaparezco detrás del mutismo

Busco un poco de tranquilidad

Todavía el rezo de mi pena se está practicando

Todavía el rezo de mi pena se está practicando


El rezo de mi pena

En el espejo de mi alma...contemplo mi alma

Es misma nada cambió

Excepto los rasgos temporales

Y unas huellas de unos recuerdos dolorosos

Mi alma se cansó

Mi pena ya domina las venas de mis letras

El viento del recuerdo sopla con mis ideas

En la oscuridad de la plena noche

Me abarca la tristeza

Y mi mutismo se ahoga en el profundo del mutismo

Perdida estoy entre las nubes

Quizá una nube blanca

Me llueva alguna noche

En un río que no conoce el dolor

Recito el rezo de mi pena

En la oscuridad nocturna

Y me recitarán mis letras

A la puesta del sol mañana....



Árboles del dolor


Me retiro en la oscuridad nocturna

Comparto con el silencio su tartamudez

Y hago de mi alma una capilla...

La bruja del barrio lee las líneas de mi mano

Y los grabados de la taza de café de mi alma

Los corredores de mi vida oscuros están

Ignoradas son mis decisiones...

Mi pena su origen es firme

Su retoño está en el cielo lavándose

Con la fragancia de mi delirio...



Caídas sucesivas


Mis gemidos caen sucesivamente gritando

En la horacina de mi alma

En mi pecho hay un sollozo huyendo

De las tinieblas de la aflicción

Lo respiro en pena eterna

Liberada en la existencia de un alma

Que no ha podido recuperar

Su gemido todavía...



El reinado de mis aflicciones


La noche es la horacina de la perdición

El clamor del alma

Recita salmodias de la perdida

Y versos de la aflicción

Suplica a la luz que viene

De la oscuridad

Penetra la tiniebla del alma

Mis dolores son interminables

Sus lágrimas salen del gemido

Crucificado sobre la plancha del destino

El reinado de mi aflicción

Rayado sobre mi nombre

Se ahoga en los caminos del látido

Toca las flautas de la tristeza

En los corredores de mi interior



Pedacitos de un alma


Nirvana


En un perfume de silencio

Aparecen las visiones sobre

Playas


Sueños

El alma subió en

Espacios irisados



Deseperación

Mis visiones se colgaron

Con las nubes de los deseos

Que me llovieron tristeza



Expatriación

Dejé la vida

Aparte

Me atormentó la expatriación

Y me adquirió la monotonía



Cuadro

Lo contemplo

Busco mi entidad

Entre color y pincel

Me hallo


Yo

Perdida entre

S . I

Me cansé

No encontré la respuesta


Sueño

Me llevó un alma

De un gaviota

Que se echó a volar en espacios

De los sueños

Me apretó la realidad

Se rompió mi sueño...



Oración nocturna

En plena noche

Derramé mi revelación

Se lavó con la luz del alba

Se prosternó

En la horacina del rocío

Con rezos y súplicas



Viaje

Viajera estoy

Através de las órbitas de la amplitud

Las nubes salmodian

Lluvia de tristezas

En los espacios del alma

Y siembran

Clavos de aflicción

En el cuerpo del tiempo

Temblor

En mis caminos

La tristeza desentierra

Mi exisión

Y el temblor del mutismo

Entre mis costillas



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miércoles, 17 de febrero de 2010

Privanza

por graciela malagrida




Ella descendió
descalza, esparciendo
quién sabe qué hemisferio onírico
cegando a los vampiros
mandando mil demonios
a la hoguera del reflejo.

Ella deslizó
sus formas suavemente
y las hélices, al andar
tornearon nuevos pies
a las palabras.

Religó Ella
inefablemente con la sangre.
Pidió silencio sin abrir la boca
hurgó las sienes, los párpados, las palmas
los núcleos yertos y flexibles y sus prolongaciones.
Luego partió dejándonos atónitos…
y se sentó a mirarnos
en la falda de la luna.

Nota: No se trata de un sueño recurrente
sino de Ella, Calíope y su andar de gacela espirituosa
sino, de esta péñola
que a diario
despierta enardecida.

Visto bueno

por graciela malagrida


Todo me hace feliz hoy
el pedazo de luz blanca que he tragado al despertar
la solvencia del agua y los cereales
el vapor que sale de la pava
el mix de yuyos en el mate
la ventanita entreabierta
el aire fresco tocándome la cara
la misma mesa, pedestal y testigo de todas las vigilias
el mismo sueño latiendo entre los dedos.

Todo me hace feliz
incluso el hecho de saber
que todo pasa.

lunes, 15 de febrero de 2010

Interior

por graciela malagrida


Estuve triste
como una silla sola
en un salón vacío. Triste
sin saber de tu tristísima existencia
sin mi. Sólo, como un salón vacío
sin una triste silla.

Luego fuimos tres
y cuatro y más.
Y fue el sillón de dos cuerpos
a completar el juego
amarillo
huevo, extraño, sol naciente
al que apodamos Alegría.

Di por sentado y sentido
a mi extasiado corazón
mullido. Y tu
tu me diste
el cuerpo y el estilo
hasta el pigmento del motivo
hasta las plumas.

Lluviecita del cuarto menguante




Tengo el corazón en las manos, me laten las palmas y las yemas.
Ya no me importa el qué dirán pues ya lo han dicho
-no hay nada nuevo bajo el sol…-
Ya no me hieren espinas ni popurrís de rosas sintéticas
ni ponzoñas espumantes de áspides.
Ya no soy yo sino un reflejo, un eco de tu voz
¿cómo te explico?... este amor
se ha reproducido como una plaga y estoy fuera de mi
fuera de la costra, queriendo mucho más que lo evidente.

Esa niña es ya un recuerdo sepia, inconmovible. Esa mujer,
una efigie que mira a la niña sin lágrimas en los ojos.
Y lo más probable es
que aquellos hombres, hayan sembrado este jardín
donde los cardos representan humildad y todo eso
que se suele decir para echar flores y etcéteras
cuando ya no queda nada que decir.

Lo cierto es
que siempre habrá más de lo mismo, bajo otra piel.
Siempre habrá un poeta que, con una palabra inventada
te haga fruncir el ceño. Te ofenderás o reirás, seguramente
sí. Es la primera reacción. Luego verás que se aleja
que se llama a silencio, que se muestra cansado.
¿Cómo explicar? no es poca cosa, tiene sueños atrasados
por andar metiendo “las patitas en el barro
por empecinarse y no soltar, el halo de la luna.

No lo llames, no lo llores, no
intentes entender qué hay en su sangre.
No quiebres sus alas ni sus tímpanos.
No insultes sus sensores con miradas.
No le escondas las sienes, es imposible, ya te ha visto
ya lo ha escrito.
Aprende a indemnizarte en el espejo y déjalo ir,
sólo eso. Sólo eso.

viernes, 12 de febrero de 2010

Anónimo

Foto: Anna Malagrida

Confiésate en los páramos ahora
no des tregua al tiempo novelero.
Confiesa tu inocencia al mostrarte como eres
reflector, encandilante, poeta, hermano mío.
Confiésale amor eterno a esas mariposas
que tienen las horas contadas en tus dedos.
Confiesa tu optimismo anómalo
aún cuando pisas camposantos. Confiésate
alondra cantarina, agua de pozo
río plateado por las lunas.
Confiesa el origen de la rima… míranos ya
abre la boca, no encajones las armas
de la paz. ¡Confiésate poeta!
sal del harapiento mutismo
del gris anonimato. Confiésame tu nombre
o simplemente deja
que te bautice yo, que te llame hoy
mi corazón: Amado mío
Amado de mi alma.

miércoles, 10 de febrero de 2010

Adiós Carnaval!

por graciela malagrida



La idea aquella, de invertir los sexos por medio de disfraces
para sacudir la lujuria de los pueblos
aquí y allá, desentierra al diablo
y al ritmo del samba, de un carnavalito, un candombe
o cualquier tamboril; es un paño tibio
qué únicamente logra
leudar miserias. G.M.



Ya se viste de morado
una parte del cielo sobre el río.
Al atardecer, los zorzales esconden su copete
las flores penitentes de los patios no usan antifaces
para juntar el rocío que apenas
sustenta sus semblantes. No hay brillo ni algarabía
cuando el sol oculta su rostro al pobre. Es sencillo
hay que acostarse con hambre, agradecido
y no encontrarle el atractivo a la carne del pétalo
sino al aroma.

Este permiso fantástico
se esfuma en el horror de las favelas
en la Venecia que se hunde día a día
en la barbarie enmascarada de trabas y atraso.
Los artistas de Maguncia hacen cabezas gigantes
mas no hay forma de ocultar el descontento. No hay sonrisas
detrás del maquillaje de África, de América Latina
del resto del mundo sin agua ni asidero.

Mejor ni sueñes
con tapar la luna con una lentejuela.
Mejor, descorre tus velos y mira:
en la “fiesta de los esclavos”
las raciones extra, el tiempo libre y esas
animosas candongas
duran lo que un suspiro.

Mejor respírate el tiempo que te toca
deja que Natura se encargue de la pompa
y minuto a minuto, paso a paso
irradiando sobriedad
siembra todas tus semillas.

Ya se viste de morado
una parte del cielo sobre el río.
Se siente la brisa anunciadora de los cambios

Está goteando.

martes, 9 de febrero de 2010

Retrato

por graciela malagrida


El poeta es un ser comprometido
con la lúcida expresión que expele por los poros
de sus letras ásperas o aterciopeladas
por las chispas rítmicas
de su causa diligente
por la alegría o la tristeza
del semblante irrefutable del mañana.

El poeta no teme
no espera del igual
no admira al ciclópeo
no pisa las hormigas
no planta por el fruto
no pesa las metáforas
no empaña los cristales
no empeña tan sólo unos minutos
no emula otras vidas.

El poeta desembolsa el alma
en el alma blanca del silente.
Y es líquidoelemento inagotable
impregnando en el entorno anémico
marcas de sangre, giros enérgicos
besos y versos reversibles.

Así el vagabundo, el perro, el huérfano
el hambriento, el todo incomprendido
muta a su especie delicada…
y brilla el fragmento, brilla, brilla
cuando la luz lo cruza como espada.

Basta con ver andar al poeta
con un anillo de Saturno en uno de sus dedos
con su mirar puesto en el cielo y en el suelo
con un corazón sustituto bajo el ala
para saber que es él quien se cuela
entre lirondos mortales
y efluvios de géiseres plateados por la luna.

Sin embargo alguien duda…
y pone a prueba su fe
y le sirve una copa
y hace causa común con la piedra de tropiezo
y es en vano, es en vano…

El poeta exprime dunas
saca el sol de entre las lajas
se despereza y siente
que nada le quema
que ha olvidado todo.

-Otra vez, es de día- murmura
-… y aquí estoy
frente a la hoja en blanco
en el punto de partida-.

Ahhhh! la humildad del poeta!
conmueve a las aves
y hasta puede regresar
a los ángeles caídos...

(bis)

De los fonemas del cielo y de la tierra y el vuelo imperturbable

por graciela malagrida


1

Comadrean noticieros y periódicos:
“Un centenar de aves
han tomado las redes de luz
de la ciudad de Texas.”

2

Era inminente esta invasión sin contemplaciones
de límites o físicos intereses de “seis banderas”


3

-Sobre llovido mojado- me dije
cuando vi al mismísimo «Cenzontle»
exhibiendo sus manchas blancas
en la manifestación alada.

4

Respiré profundo el aroma de mi hábitat
puse en mi pico un cordel, una hoja de laurel
y un verso nuevo, añil para el momento triste.

5

Volé como un ave desentendida
de la muerte que implica
llorar en vida a alguien
que no levanta vuelo.

6

Luego una tormenta
levantó la tierra por un par de horas. También
lo vi en los noticieros.
Creo que ese, fue el último intento de sabotaje.

7

Me veo un poco alicaída quizás…sí
y escucho… -bla bla bla- y hago oídos sordos.
Es que estoy acostumbrada a otra fonética
a otro aire, al simbolismo de Dalí
y al – jajaja...-de Dios hasta las lágrimas.
Son gajes plumífero, gajes del oficio.

jueves, 4 de febrero de 2010

Anillas de la buena vida

por graciela malagrida


Que no te encuentre la muerte como un hongo
Que no te llegue la hora sin reloj pulsera
Que no escampen los cielos sin tus preces
Que no se planten semillas sin denuedo
Que tu boca jamás se abra desahuciada
Que no lloren por ti los pájaros alegres
Que no llueva en tus ojos detrás de la mirada
Que no se olvide el mundo de tus letras níveas
Que no recuerde Dios el mustio beso
Que marche preso a su miseria el “falso amor”
Que no reluzca más el artificio
Que nadie oprima al corazón henchido
Que el ladino no seduzca con la excusa del dolor
Que no te expriman la carne los cadáveres
Que no naufraguen los barcos en el mar de la pasión
Que no profanen el templo de tu nombre
Que no te llamen “amigo” las tinieblas
Que no te alaben las flores-palabras sin raíces
Que no te encuentren los huecos, con huecos en el ánimo

Que no te ahogue el silencio al final de este poema
pues la rima continúa…
dentro tuyo.