jueves, 3 de mayo de 2007

Jamás ames...

Jamás ames si no estás dispuesto a ser un mártir. El amor verdadero requiere que ofrendemos nuestra vida entera en el altar del sacrificio y que estemos dispuestos, incluso, a ser crucificados por quienes tanto amamos... porque el amor todo lo sufre y todo lo soporta.

Jamás ames si no estás dispuesto a ser niño otra vez; prohíbete amar si tu corazón no sueña con la fantasía de un infante, que abre sus brazos para brindar su ternura a quien desea recibirla, por el sólo placer de compartir…porque el amor es benigno y no tiende barreras.

Jamás ames si no estás dispuesto a entregar tu corazón entero, sin prejuicios ni reservas. Sólo quien da todo puede esperarlo todo; porque en realidad la vida nos devuelve únicamente aquello que estamos dispuestos a obsequiarle. Regala afecto y lo recibirás con intereses de gratitud... porque el amor todo lo da.

Jamás ames si no entiendes que el amor es una planta que requiere tiempo y dedicación; por lo tanto, no desesperes si a quien dices querer no siente lo mismo por ti, o si este bello sentimiento que es amar simplemente huye cuando buscas su compañía. Recuerda que nada de lo que vale la pena en esta vida puede lograrse sin una dosis de paciencia. .. porque el amor todo lo espera.

Jamás ames si no estás dispuesto a desnudar tu alma. Al contacto del amor las miradas se vuelven nítidas, las sonrisas sinceras, las palabras transparentes, los corazones abiertos…porque el amor se goza de la verdad y se aparta de la mentira.

Jamás ames si no estás dispuesto a crucificar tu orgullo en el altar de la humildad. El amor no puede florecer adecuadamente donde alguien se siente y actúa como si fuese superior al otro…porque el amor no es jactancioso, ni se envanece.

Jamás ames si no estás dispuesto a olvidar. El amar requiere de esa disposición a perdonar que sólo los grandes corazones poseen. El amor exalta al que perdona, sin destruir su dignidad... porque el amor no guarda rencor, ni tiene memoria para las ofensas.

Jamás ames si en tu diccionario sentimental no existe la palabra respeto. No olvides que la milagrosa química del amor consiste en fundir dos almas, pero respetando su individualidad… porque el amor no busca lo suyo, sino el bien ajeno.

Jamás ames si, en nombre del cariño que tienes, atropellas a los demás, y aun a quien dices amar. El amor es un medio para hacernos mejores personas, y no un simple fin que se consigue atropellando los valores y las convicciones propias y ajenas… porque el amor no hace nada indebido, ni se goza de la injusticia.

Jamás ames si crees que el amor es un producto desechable, intercambiable cuando piensas que ya no funciona la relación, cuando has dejado de sentir algo especial por el ser amado, porque el amor no es un simple sentimiento, sino un principio que va más allá de los altibajos emocionales; no es un accidente humano, sino un regalo divino… el amor nunca deja de ser, es eterno, como eterno es Dios.

por Isaìas Pèrez Nuñez

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