domingo, 27 de marzo de 2011

Secretos del Urucurá




No se qué especie de árbol soy
me siento como todos
con raíces hundidas en el acuífero
tronco ancho, donde caben todos los latidos de la selva
ramas prestas a dar gracias a la luz
y hojas dentadas sonrientes
y racimos de flores
y alegría perenne.

No sé qué hay más allá de las nubes
me gustan como son, así, naturalmente inmodestas
tan histriónicas como dependientes del liquido elemento.
Reconozco que en ese punto nos parecemos
y en la vertical forma de expresarnos
en lluvia o descarga de semillas voladoras. Ellas
se abruman y liberan
sin embargo yo, puedo absorber hasta las lágrimas
para convertirlas en aire de todos
en sabia mía.

No sé si escriben otros árboles
o se prestan a que le graben nombres y corazones
debajo de la piel… pero yo puedo hacerlo desde siempre
por eso atesoro estos garabatos que me han hecho
y valoro estos jirones que han cicatrizado
a fuerza de sangre, letra y besos.

No sé si han rezado a tus pies
ni si he de considerar pies a estas raíces
o secreto de confesión lo que he escuchado

será mejor creer que he reciclado
los votos, los silencios, las blasfemias
hasta la púrpura pócima de la expiación
hasta la cura.

No sé si he llorado alguna vez
o me he escurrido
.
.
.

jueves, 24 de marzo de 2011

Desfragmentador de farsas



“Trasegar la muerte es un hecho cotidiano. Precisa uno atomizar el amor, implosionar… ” G.M.

Se va mi amor
se dispersa
sobre la faz de Fez
en grafías diferentes.
Se va, se va, se despedaza
multiplica panes como peces
y preces y paces y meses …

Uno sube a un bus
Dos, duerme como un ángel
Tres, aprendió a sumar amor
y Cuatro, repite el estribillo
de la canción que nos congrega
bajo el sol:

"Se va mi amor
se expande y vuelve
cuando ha recogido
más amor del encendido

Se va mi amor, mi heroico
lanzador de estrellas
en una misión poética
a la zona incomprensible
más allá del polvo
y de la holgura.
Se va, se va, se desmenuza
propaga dones con creces
y preces y paces y peces …

Se va mi amor
sin nada, a nado
por el infinito, pulido Paraná
se va… calando la siesta, sobre un panambí
que no lleva cruz ni luto a la hora de volar
de morir en pos de revivir
el milagro éste, de estar vivos.

Se va muy decidido
a saltarle a la cara al diablo cojuelo
a cortar lenguas detractoras
a cantar victoria, a pactar la paz . Se va
sin mirar la hora, sin virar
atrás".

martes, 22 de marzo de 2011

Lamparilla, la niña-mariposa


Una pequeña mariposa gris, ignora completamente
lo que siente una niña al dormir
con las manos debajo de la almohada
soñando que es
una pequeña mariposa gris
en un mundo de colores. G.M.


Ella estaba posada en otra enramada, en la fucsia
la de la izquierda, la del corazón
en la que lleva el nombre de una santa, pero tiene espinas.
Sin embargo la vi. Tan sólo hizo falta
un aleteo, sólo uno
para mover el aire denso
para templar
el juicio trémulo.

Entró y salió
con la misma ligereza por la ventana.
Ah! cuánta tenuidad, cuánto verso
llevaba debajo de las alas…
En su vuelo, un halo de “eso
tan sensible y delicado
que jamás seré”
quedó impregnado. Se fue
dejando por herencia la inevitable sensación
del instante pleno, puro, bello
en que aleteaba alegre hacia su ocaso.

Ella estaba posada en la línea
de su tiempo efímero, consciente
discreta, aceptando en el contexto mi presencia
como una letra muda

Ella era
encantadora, bailarina, aviadora…
¿quién la vio atravesando la luz de la alborada?
... ¿sólo yo? ¿sólo las aves que andaban al ras del cielo?
¿sólo el pescador de almas? ¿sólo tu que amas el silencio?
¿sólo los ángeles
que celosamente guardaban mi alabanza?
Me gusta creer que no. Que muchos advertimos
nimiedades y chispas de luz
aun en las tinieblas.

Una pequeña mariposa gris, ignora completamente
lo que siente una niña al verla vivir así
tan escuetamente
feliz.

martes, 8 de marzo de 2011

Sueños nada más...

por graciela malagrida





Algunas lágrimas florecen debajo de la trama
otras caen
y sus cuerpos
riegan más
que la mejor de las lluvias. G.M





1

-¡Sólo quiero que me dejes soñar!-
gritó ella, mirando a esa nube negra
y se le volaron los pájaros
y se ahogó en llanto cada atardecer
y buceó por largo tiempo
sin saber a ciencia cierta
si era necesario contener la respiración
si estaba viva...o herida de muerte
inerte.

Y en su trajinar vio tantas figuras oscuras
tenebrosas, cavernosas, lejanas, viscosas
que salió a correr sin poder avanzar
como en una película de terror. No obstante
visitó a Segismundo varias veces
y llamó al hombre-fiera, cuya alma reprimida
le estrujaba la esperanza
de volver a ver la luz...


2

-¡Sólo quiero soñar!- gritó a los cuatro vientos
hasta el dolor intenso, ese que incita
a la cura de silencio, de almohada, de pluma
de brisa y viento.
En el espejo
una mujer
sobreviviente de sí misma
la miró a los ojos fijamente
y nunca más hizo falta
llorar, hablar o seguir
polemizando.


3

“Sueña el rico sueña el pobre
sueña el odre… qué más da!
Segismundo sueña y sueña
que cada cual es quién es:
un prisionero del cuerpo, un candongo del poder
un zalamero incurable, un ladronzuelo de trovas
un poema enjaulado en un hombre o viceversa
una hermosa y muy hueca mujer
un hueco sin eco... sin voz, luz, letra o ser.


4

Todos sueñan lo que son
todos viven al cabo de la calle
preguntando
¿qué es la vida? ¿qué es el sueño? ¿qué
la maldita muerte?
¿cuál amor el que infunde
algo más que pulsión
mucho más que ternura, tanto más
que razón?


5

Y un ciempiés estresado
que se afana en llegar
al otro lado del mundo
camina y ríe diciendo:
“¡Ay Segismundo no llores!
deja ya de recitar
que nadie te escucha y sueña
que brega y se esfuerza en dar
y tras cartón, vive y seña
su vida tal como es
pues el Reino está al revés
y aquí, somos como nada…
¿Es que no ves Segismundo? ¡despierta ya!
vira y vence cuanto antes
este destino inmundo, diseñado para errar!
Salta el ligustro del lustro, de la ceguera linyera
del sueño sin poesía, de la omisión por opción.
Muere al Ego Segismundo
y bébete la vida breve
antes que se oculte el sol.


6

...y canturreando se fue:
"Sueña el rico sueña el pobre
sueña el odre… qué más da!”

(bis)


7

Quedé pensando o soñando
...
que en tanto florecen cardos
debajo de tanta trama
sólo las lágrimas castas
echan raíces
y ramas.