lunes, 26 de marzo de 2012

Los rítmicos “poderes”

por graciela malagrida


Puedo decir tantas cosas con los ojos
tantos secretos que la boca calla
como tantos tesoros guarda el corazón
que ha aprendido a amar
y a dar batalla.

Puedo liberar vida y contento
comprimidos o expuestos en los labios
que tan sabios, que tan doctos en mesura
han mutado a dulzura los agravios.

Puedo esparcir temor y desconsuelo
pero me evito el dolor y elijo el canto
porque pudiendo llorar resisto y creo
pendientes de cristal
esencias, lazos.

Y pudiendo impeler al cielo alas
para echar a volar a mi deleite
me sujeto al silencio entre la gente
y llueve gracia, acento en la palabra.

…Entonces puedo elongar
-estoy segura-
el cuerpo de la luz
sobre la duda.




A potencia dos ritmos

tradução: ronaldo braga

Posso dizer muitas coisas com os olhos
tantos segredos que a boca silencia
como os tesouros guardados no coração
que tem aprendido a amar
e não esmorecer.

Posso exaltar a felicidade da vida
contida ou exposta
nos lábios
que de tão sábios e educados
transformam rispidez em doçuras.

Posso encontrar o medo e a derrota
mas de mim desvio a dor e me encontro na canção
porque podendo chorar, resisto e me sei
sonhando cristal, essências e laços

e aos céus, imprimo asas
para voar ao meu prazer
e me permitir o silencio entre as pessoas,
pois mesmo nas exaltadas alegrias
eu me traduzo nas palavras

Então posso fincar
- estou segura -
o corpo da luz
em toda a duvida.


jueves, 8 de marzo de 2012

Contracción de la hermosura




Un pulpo se pregunta en el fondo del mar
cómo hace para emularlo con sólo cuatro extremidades?
cómo para defenderse sin impeler la púa, sin despeñar la tinta?

- Cuál es su truco para salir volando por la hendija?-
cuestiona un pájaro enjaulado mientras limpia sus plumas
en el haz.

Y duda el sol, dudan las hojas crujientes del otoño
en ponerse ocres delante de sus ojos, color caramelo
apasionados.

Lejos de ser un acertijo
esa poderosa e indescriptiblemente bella figura
se pasea feliz, sin necesidad de sonreír
para irradiar su espléndida verdad:

Se acerca al pulpo y sin temor, lo abraza suavemente.
Entra en el presidio del pájaro y canta canta canta
hasta fluir como la voz por esa hendija. Y al mirar el sol
al pisar los indicios crujientes de la estación dorada
llora, se desploma desnuda, se muestra como es
plateada, evidente, gemela de la luna.

La Tierra sudorosa se expide en el sereno
todo se encharca, se humedecen las sombras
se evapora el sonido y llueve.
Requiebra el universo en su presencia, se remoza
se emociona y sus muestras vivientes
pulpo, pájaro, sol y hojas otoñales la agasajan
llamándola a su modo
beldad, blandura, sílfide
o su contración final: “mujer”