lunes, 26 de febrero de 2007

Recetario

Morrones y ajíes
perfumo las siestas
una pizca de sal
que no me afectas
varias vueltas de rosca
a la pimienta
nunca están demás
cebollas de toda clase
zanahorias en Juliana
avena instantánea
para crecer como un zapallo.

Cuidar que el primer hervor
no salpique el corazón
que la acidez del tomate
se rinda ante la dulzura
de uno
tan sólo uno de tus besos.
Con observar el secreto
y tomar nota alcanza:
Se dice que
un ramito de orégano
o una hoja de albahaca
desprenden tanta bonanza
que el almuerzo es gala
que la cena es danza.


Todo rememora
la gota balsámica
que vivo extrañando
descalza y melancólica
por los olivares de Andalucía.
Ah! volver…volver…
atravesar un océano de sopa…
un gazpacho
qué más da!
Resucitar con lembranças
regresar a la mesa
a los olores primeros
a la madera noble
al plato hondo
a mi letra muda
a la desnudez.

¿Cómo sortear este contratiempo?
¿cómo lograr el tono vegetal?
¿cómo beberme el sol
para mudar la muerte en vida?
“Cómo” sí que es un amigo!
que me empuja a reincidir
deliberadamente
en mis huellas erróneas
y en mi manera humilde de fluir
sin pisar.
Cómo
viene a servirse de mi plato
cada noche
cada día
aunque no lo invite
porque es mi partenaire.

Quizás me quejo
como una lima ruidosa
sin embargo
tiesa que tiesa
siempre quiero más
y ahí voy de vuelta!
Me suelto de todas las manos
corro, escapo, pico en el borde
pum! de cabeza
me zambullo en este caldo
a ver si puedo inventar otro sabor
y nado a contra reloj
cabalgo a contra pelo
como una letra salvaje
peregrina
entre las letras.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

gracias x el comentario! no dejes de orbitarme!