domingo, 29 de enero de 2012

El regreso de los sueños


Es justo al atardecer, que como sombras chinas
sobre el sol en llamas, se ven esos pensamientos volar
cual pájaros a sus nidos. Y se quedan ahí, en tu corazón
gorjeando cada vez más bajo, hasta convertirse en sueños.
Y al alba se esfuman de tal modo, que no los recuerdas…
Pero hacen su trabajo, calan el cielo que hay
más allá del cielo conocido. Es por eso, que
cuando menos esperas, ese anhelo, que sólo Dios sabe
cuánto resignaste y porqué, cobra forma ante tus ojos.

Por eso suele doler el pecho a esa hora, por eso
lloran los amantes como si algo les fuera arrebatado.
Por eso se enciende la Luna balsámica y su séquito centelleante
precisamente, porque hay miríadas de poetas en alerta
uno por cada estrella, por cada amante, por cada alma en pena.
Y es menester saber todo esto y más.
Por eso te pido que sueltes pensamientos en bandada
y que cada atardecer los esperes conmigo, cálidamente
como la tinta escarlata de mis venas.

Sé que mañana, no será otro día
para la dama que, escudriñando versos, sienta aleteos
a la altura del escote. O para el caballero, que tras repasarlos besándola
busque con urgencia una ventana por falta de oxígeno.

Mañana, justo mañana al atardecer, seremos parte
del bucólico espectáculo de otra vida. No veremos sólo pájaros volar
o sombras chinas… no seremos espectadores, sino testigos
o mejor, protagonistas, de esta y todas las historias… (continuará)

1 comentario:

gracias x el comentario! no dejes de orbitarme!