
más parecido a un ojo atento
a un sensor de movimientos
a una boca apenas abierta
con sus labios mullidos, expuestos en señal de beso
detiene el tic tac del Big Ben
congela el entorno y naturalmente
le quita protagonismo
a la distraída belleza amarilla
encandilada por los flashes.
A un pensamiento así
aterciopelado
le importa un rábano
el glamour.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
gracias x el comentario! no dejes de orbitarme!