Belleza se llama, una de las hijas de la Sabiduría. G.M.
a Paciencia con el primer albor del día
y a Alegría… con la voz del pájaro campana.
Luego volvió a sentir dolores de parto porque
con una estrella en la frente, blanca, muy blanca
alumbraba a Claridad.
Así Sabiduría trajo al mundo cuatro hijas
que supieron propagar naturaleza y dones
polinizando los requiebros primorosos de Poesía.
Precioso Graciela. A mí me faltan palabras para describir a Ailén, y a vos te fluyen imparables...
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