por graciela malagrida
Alégrense las muchas islas
póstrense todos los dioses
pues la luz
se ha sembrado para el justo
para el que alaba al Señor de las praderas
para el que salmea con arpa por las calles
para el que ha hecho de su casa el mundo
y barre a diario la muerte con canciones.
Alégrense todos: las ovejas y abejas
los montes, la yerba, los teales
orquídeas, tréboles, cardales
cada uno de los ríos y cascadas
porque los días y las lágrimas
se disipan como humo
y como hierba cortada
es el hombre sin aliento.
Remócense en la dicha de saber
a quién aclamar cada mañana.
Alégrense los archipiélagos, los puzzles
la tierra firme, los terrones sueltos en café
en las rosas color te, en el Pan de Azúcar…
Estremézcase la médula del mundo
hasta que despegue del tálamo
de entre nosotros
el que ama las almas.
Y de ser aquel que pasa
por un valle de lágrimas
¡alégrate!
conviértelo en manantial
para que la lluvia temprana
lo llene, lo bendiga
y complete tu trabajo.
Alégrate
abraza a todos
y sigue tu camino.
martes, 7 de abril de 2009
Rapsodia del júbilo
Publicado por Unknown a las 03:40:00
Etiquetas: "graciela malagrida", poesía
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Maravilloso como siempre.Te dejo mi saludo.
ResponderBorrarCuando quieras,tu visita y tu palabra por el mío.Abrazo
Maravilloso como siempre.Te dejo mi saludo.
ResponderBorrarCuando quieras,tu visita y tu palabra por el mío.Abrazo