A la hora azul
de cada día
una libélula recorre
mucha más geografía
que el pecado
A la hora azul
es muy usual
que el mundo calle
para atender
el sublime sonido
de ciertos aleteos
De algún modo
el fluir se torna
irremediablemente azul
y el verso como el pájaro
añora el nido
la rama
el sueño
A la hora azul
nada es casual:
se nubla la vista
y pocas luces son
las que enseñan
el camino.
viernes, 9 de noviembre de 2007
Fluido azul
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