Sin duda, una de las formas más bellas de la literatura japonesa, el haiku, es un poema corto de 17 sílabas distribuidas en 3 versos; con su severa pauta silábica, 5-7-5 que se remonta al siglo XVI. Ciertos eruditos lo vinculan formalmente al katauta, un breve poema que oscilaba entre la pauta 5-7-5 y la 5-7-7; otros lo derivan del haikai, que se creaba en grupo y podía tener hasta cien versos. Lo cierto es que paulatinamente se fue asentando la forma de 17 sílabas, en la rígida combinación 5-7-5, que es sin duda la que produce un efecto poético único e impactante. No obstante, hubo al parecer otras formas precursoras del haiku: chooka, tanka, sedooka, y especialmente el renga, canción encadenada, fruto de varios poetas, que vino a introducir un elemento festivo en la literatura japonesa. En todas estas formas aparecen los versos de 5 y de 7 sílabas en distintas concatenaciones, y también se va afirmando el concepto de estación. Vale la pena aclarar que la rima casi no se usa en este envase lírico tan peculiar; en cambio se ha empleado bastante en las traducciones.
Después de Bashö (1644-1694), considerado el gran maestro y creador de haikus, viene una larga nómina de autores: Onitsura (1660-1738), Issa Kobayashi (1762-1826). Ya en el siglo XIX aparece Masaoka Shiki, quien sólo vivió 35 años.
Ya en el siglo XX, una nueva tendencia, “Shinkeikoo”, hace que los nuevos poetas japoneses se aparten del haiku clásico y su rigor tradicional.
Desde inicios del siglo XX, el haiku empezó a extender su influencia en poetas de Occidente, en especial el francés Paul Louis Couchoud y el inglés B. H. Chamberlain, así como algunos españoles.
Pero sólo influencias. No era frecuente hallar en la lírica occidental (particularmente la parnasiana y la impresionista) la fiel transcripción de la célebre pauta 5-7-5. Ni siquiera traducciones. En España y tal como destaca Ricardo de la Fuente, aparecen rastros del haiku en los Machado, Juan Ramón Jiménez, Guillén, García Lorca y en particular Juan José Domenchina, autor de un haiku tan clásico como:
Después de Bashö (1644-1694), considerado el gran maestro y creador de haikus, viene una larga nómina de autores: Onitsura (1660-1738), Issa Kobayashi (1762-1826). Ya en el siglo XIX aparece Masaoka Shiki, quien sólo vivió 35 años.
Ya en el siglo XX, una nueva tendencia, “Shinkeikoo”, hace que los nuevos poetas japoneses se aparten del haiku clásico y su rigor tradicional.
Desde inicios del siglo XX, el haiku empezó a extender su influencia en poetas de Occidente, en especial el francés Paul Louis Couchoud y el inglés B. H. Chamberlain, así como algunos españoles.
Pero sólo influencias. No era frecuente hallar en la lírica occidental (particularmente la parnasiana y la impresionista) la fiel transcripción de la célebre pauta 5-7-5. Ni siquiera traducciones. En España y tal como destaca Ricardo de la Fuente, aparecen rastros del haiku en los Machado, Juan Ramón Jiménez, Guillén, García Lorca y en particular Juan José Domenchina, autor de un haiku tan clásico como:
Pájaro muerto
¡Qué agonía de plumas
en el silencio!
- Voy a recomendar especialmente un site de Haiku en español que hace brotar lágrimas de beiiiiiio y se llama http://www.elrincondelhaiku.org/ ...ojín ojín que es un lujo, sólo para entendi2 ¡que lo disfruten!. Reverencia y Sayonara!
Y Si... Flor de Loto, la Japonería es lo nuestro. Para mayores datos les dejo la page del Jardín Japonés, con interesantes actividades para el disfrute de la Dama y el caballero Occidental http://www.jardinjapones.com.ar/
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