martes, 8 de marzo de 2011

Sueños nada más...

por graciela malagrida





Algunas lágrimas florecen debajo de la trama
otras caen
y sus cuerpos
riegan más
que la mejor de las lluvias. G.M





1

-¡Sólo quiero que me dejes soñar!-
gritó ella, mirando a esa nube negra
y se le volaron los pájaros
y se ahogó en llanto cada atardecer
y buceó por largo tiempo
sin saber a ciencia cierta
si era necesario contener la respiración
si estaba viva...o herida de muerte
inerte.

Y en su trajinar vio tantas figuras oscuras
tenebrosas, cavernosas, lejanas, viscosas
que salió a correr sin poder avanzar
como en una película de terror. No obstante
visitó a Segismundo varias veces
y llamó al hombre-fiera, cuya alma reprimida
le estrujaba la esperanza
de volver a ver la luz...


2

-¡Sólo quiero soñar!- gritó a los cuatro vientos
hasta el dolor intenso, ese que incita
a la cura de silencio, de almohada, de pluma
de brisa y viento.
En el espejo
una mujer
sobreviviente de sí misma
la miró a los ojos fijamente
y nunca más hizo falta
llorar, hablar o seguir
polemizando.


3

“Sueña el rico sueña el pobre
sueña el odre… qué más da!
Segismundo sueña y sueña
que cada cual es quién es:
un prisionero del cuerpo, un candongo del poder
un zalamero incurable, un ladronzuelo de trovas
un poema enjaulado en un hombre o viceversa
una hermosa y muy hueca mujer
un hueco sin eco... sin voz, luz, letra o ser.


4

Todos sueñan lo que son
todos viven al cabo de la calle
preguntando
¿qué es la vida? ¿qué es el sueño? ¿qué
la maldita muerte?
¿cuál amor el que infunde
algo más que pulsión
mucho más que ternura, tanto más
que razón?


5

Y un ciempiés estresado
que se afana en llegar
al otro lado del mundo
camina y ríe diciendo:
“¡Ay Segismundo no llores!
deja ya de recitar
que nadie te escucha y sueña
que brega y se esfuerza en dar
y tras cartón, vive y seña
su vida tal como es
pues el Reino está al revés
y aquí, somos como nada…
¿Es que no ves Segismundo? ¡despierta ya!
vira y vence cuanto antes
este destino inmundo, diseñado para errar!
Salta el ligustro del lustro, de la ceguera linyera
del sueño sin poesía, de la omisión por opción.
Muere al Ego Segismundo
y bébete la vida breve
antes que se oculte el sol.


6

...y canturreando se fue:
"Sueña el rico sueña el pobre
sueña el odre… qué más da!”

(bis)


7

Quedé pensando o soñando
...
que en tanto florecen cardos
debajo de tanta trama
sólo las lágrimas castas
echan raíces
y ramas.

1 comentario:

gracias x el comentario! no dejes de orbitarme!