martes, 21 de octubre de 2008

Hora de Jorgear Poetas!

Les presento a un forjador de palabras
a un tracista escaso, de una especie casi extinta
de esos que unen en santo matrimonio
tan buenamente dos o tres sílabas, que resuenan
por siempre jamás. Les presento un árbol, una hormiga
una ventana, una calle, una “nubecita picarona”
que a veces responde al alias Jorge.

PD: lo que sea que fuera, confieso a boca de jarro
que me hizo sentir cucaracha y Atila, al mismo tiempo.
Y ojo! (no apto para cardíacos)
Juro que yo
vi la luz,
vi
la
luzzzzzzzzzzzzzzz!


Graciela Malagrida


VÍA FLOR

Debemos vernos personalmente
dijiste
lo que voy a decirte
no puedo decirlo por flor
no puedo...

y se cortó el tallo.



HALLAZGO

Barriendo mi muerte como todas las mañanas
te encontré ¡Vida mía!
entre tanto polvo desamado
te encontré!



CONCERTO PARA DOS LABIOS

Me he puesto a tocar tu nombre con mis labios
tu nombre en do olor sostenido
las cuerdas tensadas a Neruda
tocarlo tocarlo tocarlo
de viento y de mar tocarlo
en la noche asfixiante
en lo que soy sin ti
mientras las paredes me aplauden



DO MENOR

Buscando en mi alma qué escribirte.
Buscando, mi alma, qué escribirte.
Buscando alma qué escribirte.
Buscando qué escribirte.
Buscando escribirte
Buscando.
Bús.
Can.
Do.



MONÓLOGO DE ADÁN

Mujer de agua dulce mía mujer
eres el aire infinito
eres la tierra
eres el fuego enloquecido cuando salgo de tu piel
mujer
de tu pelo.
Árbol de carne
dame a morder tu boca
y vámonos del Paraíso.

3 comentarios:

  1. Graciela:

    La generosidad de sus palabras han surtido un doble efecto en mí: la exacerbación de mi timidez y el más profundo agradecimiento. Usted se atrevió a publicar mis poemas, cosa que de ningún modo me molesta y en cambio agradezco, pero le devuelvo el atrevimiento dedicándole un poema que por su brevedad tal vez le guste. Lo hago con absoluto respeto, al tiempo que le ofrezco mi amistad.

    SAFO

    Estoy seguro que no lo puede creer
    por eso espía a Safo todas las noches
    en que se mete desnuda
    en la misma sangre
    siempre
    ante los ojos atónitos
    de Heráclito.

    Jorge Leroux

    ResponderBorrar
  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderBorrar
  3. Ahora
    en lugar de gorjear
    Jorgeo...

    Tus palabras como el fuego
    fluyen como Logos
    o el agua para Tales
    o el aire de Mileto para Anaxímenes.

    La agradecida soy yo.

    ResponderBorrar

gracias x el comentario! no dejes de orbitarme!