por graciela malagrida
Intersección
El cuerpo se acostumbra a lo que la mente manda
como el trueno a que el rayo lo preceda.
Termina el día cuando en el cielo aun celeste
y en presencia de un Sol exánime, asoma la Luna
atenuando el contraste entre nube y nube
plantando estrellas como lo haría un labriego
cosechando suspiros, ex profeso.
Dialecto
Meciéndose las ramas
albergan especies infinitas. Todas
entienden que es la noche. Todas
dicen en dialecto: - adiós, hasta mañana-.
No hay linternas. Todos saben su camino.
Sólo han hecho una cosa: vivir
como es debido.
Duda
Atónito, al ver esto te preguntas:
¿sabe la hormiga, el ciempiés, el aguilucho
saben el perro o la liebre porqué viven
o adónde se dirigen?. ¿Sabe el león
que es la hora del parto de las luces?
¿sabrá la tortuga en su caparazón o el murciélago
del esplendor ingénito del alba?
Alborada
Amanece. El aire es virgen, verdeselva. Se siente
el movimiento del submundo. Ya hay hojitas y alimento
en órbita. Sueltan ya las flores sus aromas y los bichos vuelan bajo
cerca de estos ventanales, de aquellos sordos, de otros, los más
anestesiados por el daño, aparentemente irreparable.
Evidencia
Pasa grácil una mariposa cerca de las sienes
muy consciente de su corta vida. Pasa lo que tiene que pasar:
fuera de la luz, guerra.
¿Sabremos entonces del verso pequeño aunque no llore?
¿veremos en sus formas el milagro? ¿nos tocará
el corazón entumecido hasta enternecerlo enteramente?
¿sabré de ti? ¿sabrás de mí?
…
Estrategia
¿Tendrá el poeta claridad en la trastienda?
¿tendrá quizás alguna meta
que no rime con Paz?
Espejuelos
Las almas se habitúan
al ritmo y los efectos
de la proficua
actividad de la Luz.
Intersección
El cuerpo se acostumbra a lo que la mente manda
como el trueno a que el rayo lo preceda.
Termina el día cuando en el cielo aun celeste
y en presencia de un Sol exánime, asoma la Luna
atenuando el contraste entre nube y nube
plantando estrellas como lo haría un labriego
cosechando suspiros, ex profeso.
Dialecto
Meciéndose las ramas
albergan especies infinitas. Todas
entienden que es la noche. Todas
dicen en dialecto: - adiós, hasta mañana-.
No hay linternas. Todos saben su camino.
Sólo han hecho una cosa: vivir
como es debido.
Duda
Atónito, al ver esto te preguntas:
¿sabe la hormiga, el ciempiés, el aguilucho
saben el perro o la liebre porqué viven
o adónde se dirigen?. ¿Sabe el león
que es la hora del parto de las luces?
¿sabrá la tortuga en su caparazón o el murciélago
del esplendor ingénito del alba?
Alborada
Amanece. El aire es virgen, verdeselva. Se siente
el movimiento del submundo. Ya hay hojitas y alimento
en órbita. Sueltan ya las flores sus aromas y los bichos vuelan bajo
cerca de estos ventanales, de aquellos sordos, de otros, los más
anestesiados por el daño, aparentemente irreparable.
Evidencia
Pasa grácil una mariposa cerca de las sienes
muy consciente de su corta vida. Pasa lo que tiene que pasar:
fuera de la luz, guerra.
¿Sabremos entonces del verso pequeño aunque no llore?
¿veremos en sus formas el milagro? ¿nos tocará
el corazón entumecido hasta enternecerlo enteramente?
¿sabré de ti? ¿sabrás de mí?
…
Estrategia
¿Tendrá el poeta claridad en la trastienda?
¿tendrá quizás alguna meta
que no rime con Paz?
Espejuelos
Las almas se habitúan
al ritmo y los efectos
de la proficua
actividad de la Luz.
Es maravilloso leerte, amiga. Qué fiesta!... Felicitaciones y un abrazo grande.
ResponderBorrarJeniffer
Hola Jen! no me contestaste el mensaje que te dejé en el blog. No tengo tu email.
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