sábado, 13 de agosto de 2005

el universo de la hormiga


Tenemos la talla
de la culona reina madre
o de una cabizbaja
obrera cortahojas

Resistimos
como las letras
solas
la ausencia de la frase
el espacio en blanco circundante
la inclemencia

Trazamos atajos
invadimos y sojuzgamos
lo que se muestra
indócil al imperio

Y somos tiránicas

porque esta vida
es

mínima




bajo tierra

puede uno quebrarse
amohosarse
disecarse
gritar
tener sinuosas sensaciones
echar raíces
aferrarse
soltarse
volver
a empezar.


Abajo
impera
un punto luminoso
en posición fetal

late
late

reina
una organizada forma
de sostener lo insostenible
de concebir y crecer.


Arriba
asechan
monstruosos
el hombre
y el insulto

tanta es
la oscuridad...


etiqueta de gigante

Asi también
la soberbia
pisotea
aplasta
reduce
extermina

Esta es
una muestra gratis
de la histórica
filosa
lengua inmemorial
que mutila
despiadadamente

y de la posterior voracidad
sucesora del ansia inmensurable
que deja caer entre babas
su naturaleza
ruin y trémula
su bajeza.





Escapar
es
un acto reflejo

sobrevivir

una ceremonia.



Pies
enormes basas
fundamentos
resbalan
en la curva violenta
del descuido

Descuidada es
la torpe boca
que se abre
para no besar

Torpes son
las manos
que no buscan
asidero

Y ciegos los ojos
que no pueden ver
siquiera
aquello que les pica.



Vanos vaivenes
huecos hirientes
muescas lamentables
entrelazan hilos
más tácitos
que el soutien
bajo el pijama.

Humeante va
la sensual vanidad
tejiendo dimes y diretes
hasta el presidio
de sus propias redes.




Pasan horas
a paso de hormiga.

Pasa el amor
pasa el beso
la oportunidad

y otro día
herido
por la pausa.



Arterias verticales

vaivenes
de afanosos caminantes
que saben subir y bajar
con glamour todoterreno.










Hay caminos desandados
que conducen
a sitios introspectivos
al núcleo húmedo
al principio.

Y volver
saber volver
sobre los pasos
al humilde hogar
o al tamaño de una letra
es indispensable.




Recuerdo la tarde
que en nuestro afán
de recuperar los huevos
que habían caído
construimos
una suerte de revoque
sobre una pared terracota

Lo bueno fue
que logramos
horrorizar a los gigantes
que jamás habían visto
revestimiento semejante!...

Disculpas:

Nuestra intención
nunca fue
ganarles espacio
ni anidar en su nido
o en su jacuzzi
de pasiones...



Irreductible y tenaz


La codicia
de la hormiga
por la savia.










Rastreé al hombre
análogo al poema
a la línea gótica
a la tilde que aparca
sobre una letra austera.

La hoja en blanco
y el silencio
son aun más tristes
entre desechos

porque
no hay hombre que la manche
no hay gigante que la reduzca
no hay
pureza que supere
a la hormiga
o al poema.



hojas tiernas

verdaderos
fiscos
devaluados












El alimento virgen
es residuo
en tierra de titanes.

Se menosprecia
el sustento imperceptible
se dilapidan fortunas
vidas.




La hormiga y la poesía
comen de todo

salen de asentamientos triviales
de la banalidad
del hueco

invaden
transportan
polinizan.


agua y ponzoña

gobiernan un momento
húmedo o hendido
bienhechor o mordaz
pero no se ligan
excepto
por las lágrimas








Esta lluvia
se escurrió
por los escondrijos
de bichos incapaces
de volar o salir a flote.

Pulió también
el uni-verso de la hormiga
y colgó caireles biselados
en la trama de la araña.

Nadie sospecha
del poder de las gotas...




Es maldita
maldita la poderosa lengua
que guarda
una punta
cargada de palabras.

Un as
una espada es
cada letra.
Látigo consonante
ponzoña
extracto enrarecido.

Ácida es
la vista panorámica
de heridas
que no cicatrizan.





Insisto :
no existe mejor antitóxico
que el recogimiento
para accionar al Verbo
en la asociación
de un nido común
en la resistencia.




Desconozco
la picadura
sin dolor

el dolor
sin lágrimas

el veneno
sin antídoto

el amor
sin pasión

el perdón
sin amor

la desmemoria.




auto cartel
lo mínimo











Soy sólo un ojo
una rara hormiga solitaria
un soldado de la fe
que ve de noche
lo que nadie

soy
mi propio sueño:

la muchachita que deambula
con piernitas de hormiga
en blanco camisón

la que
descalza va
por los sumideros
del hombre




Tuve una forma ligera
sublime
de dormir
a la izquierda
de tu cama

me tuviste
tan chiquita

y aun así
depredaste la mañana.




Y yo
que nunca pude imaginarme más que tierra
ahora presumo
me creo poeta
porque anoche escuché
que navegabas el Atlántico
y mis patitas
se humedecieron de veras...

Y vi tus ojos
los vi

entonces conocí

tu magnitud
tu océano...

entonces me hallé
tan hormiga
y a mi hondo templo nombré
base nodal
de toda comezón.

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