by grace
Los pichones
aprenden a volar
y se pierden el horizonte
hasta nuevo aviso.
La luna engorda
adelgaza, crece
se asemeja a mí
y viceversa.
Todo sigue su curso
el pez en el río
el río en el delta
y más allá, el océano y tú.
Todo puede estar o no:
la rama pelada, el verso, el beso
en tanto yo, aun no logro
prescindir de tu mirada.
Ya crujen
las primeras
hojas…
Cae la noche.
miércoles, 26 de marzo de 2008
Cavilaciones de otoño
Publicado por Unknown a las 10:23:00
Etiquetas: "graciela malagrida", fotografía, gettyimages, poesía
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