por graciela malagrida
Hay indicios extravagantes
supuestos, que inculpan a la Luna
de incitación al reflejo del fulgor
de apología del esplendor
de encantamiento masivo
y ensueño.
La culpan por inducir al delirio
por promover el llamamiento de las musas
la tildan de activista, hechicera, casquivana
por comportarse así, cismática, disidente
fluorescente, dispersa en las aguas
a la hora del luto.
Sin embargo la quiero así
la prefiero de cualquier modo
supermodelo o fuera de forma
ultradelgada, preñada, redonda
sonriente, amarillenta …hasta menguante!
La distingo como sea, a como dé lugar
incluso noto su decoro, la templanza de su edad
su célebre modestia
en el despampanante acto del eclipse.
No me importa cómo, insisto en verla
en recordarla en mayo al podar los rosales
cada tarde, cuando despide al sol
tan tiernamente… cada noche
cuando besa mis párpados
desterrando “acasos”, hados y venturas
a la patria de las Trivias, a los abismos.
Me subleva pensar que la tratan de hereje
sólo porque unos cuántos alegan
haberse inmolado en su presencia.
¿Qué imprudencia ha cometido?
¿en qué lúgubre tentación ha incurrido?
¿cuál es la infracción, cuál el descuido de su luz?
¿pueden acusarla de abandono?
Ella es tan inocente
como el agua que rige en nuestros cuerpos.
Se diluye perspicaz, atinada
y comanda su propio ciclo
su cauce bermejo, hipodérmico
plateado.
Hay quienes quieren creer
que aún es virgen, que misteriosamente
ha dado a luz
estrellas fugaces, destellos, supernovas
…Pero yo
no me atrevo a agregar nada más
a su halo candoroso, inocuo
emancipado de toda acotación
mundana.
La absuelvo de culpa y cargo
la libero de falsas expectativas
acerca de sus ríos, de sus cráteres
de sus géiseres y rostros ocultos
pues toda ficción, invención, quimera
tiene raíz terrestre, humana, rastrera
ligera...ligera...
Y por último, la libero de mi, de mi voz
y de mi elipsis, porque en todos estos años
ha guardado silencio, ha reciclado
ingeniosamente, cada una de mis lágrimas
ha compilado los hechos más nimios
y me ha devuelto en tiempo y forma
un collar de gemas grises, versos pigmeos
aleaciones poéticas y pulidas razones
de cultivo.
Inculpan a la Luna los que aún
no han lavado en el espejo sus pecados
los que no han aprendido
el intrínseco sentido de la luz
los que nunca
la han visto
sonreir.
jueves, 21 de octubre de 2010
Privanza de la Luna
Publicado por Unknown a las 02:41:00
Etiquetas: "poesía de Graciela Malagrida", "The Bridgeman Art Library", gettyimages
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Me encanto Grace!!!!...
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