el sonido más solitario del universo
lo produce
el último latido de corazón
lo produce
el último latido de corazón
Brenda Lee Eccles
1
esa estrella que viaja
“sola y su alma”
roza el sigilo
eternamente
2
¿qué más se le puede pedir a la noche?
¿qué otro brillo?
¿cuánta más inteligencia?
la noche, en sí misma
callada y bella
nos revela los misterios
aún cuando dormimos
3
por lo tanto
un grillo cualquiera
o una luciérnaga aleteando
o un hombre
carecen de motivos
para romper
tal
sagrada calma
4
y aunque sintamos
ganas de llorar
ante el espectáculo exclusivo
de la luna preñada y sus hijuelas
resistamos
…
5
llenemos de aire los pulmones
una vez
otra más
y otra
hasta la entrega del cansancio
hasta el fracaso de la muerte
hasta la vida impoluta
y el éxtasis
6
¿qué más le pediremos a Dios después de esto?
¿otro día?
¿acaso más silencio?
¿más honra que ser hombre o mujer
debajo de este cielo?
7
¿porqué clamaremos esta vez?
¿por lo desconocido
o por aquello tan grande
que le es oculto
a los sentidos?
.
.
.
clamaremos por más
tarde o temprano
-es lo que importa-
y Dios, omnipresente
nos estará esperando.
Si, ese silencio por el que clama nuestra alma a veces llena de ruidos, de estridencias, de voces pasadas, presentes y ausentes,y que no nos dejan oir nada más, y hasta nos impiden ver el lucero y prendernos a su silencio para escuchar La Voz, que quiere hablarnos de tantas cosas... Hermoso, Gra.
ResponderBorrarJEREMÍAS
ResponderBorrar33:3 Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.
Clamar...qué suceso!
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrarGrace, mi entendida amiga: Es un placer tener tus comentarios en el blog.
ResponderBorrarSiempre agradecida.