miércoles, 30 de diciembre de 2009

Divino episodio

por graciela malagrida

Encuentro en las palabras, el amplio balcón, la perspectiva, el enlace perfecto al razonamiento divino y a todos los etcèteras. G.M.


…Abrió el cielo para mí
corrió las nubes con el índice
y vi un mar de agua dulce
agua ligera, flotando
una atmósfera afable, fértil, digna.

Y pensé en la alegría de las aves
y pensé en las angustias del poeta
y pensé, pensé, pensé...
y nada mejor pudo pasar
sino la vida.

…Abrió el cielo para mí
una
y otra
vez

(bis)

martes, 29 de diciembre de 2009

Love report

por graciela malagrida




Tres tiernos terneros
hacen dulce la tarde
y la meten en un frasco

Un mamón se torna anaranjado
mientras el sol se derrama su almíbar
sobre todas las palabras…

Sólo entonces soy feliz
digo: ¨feliz¨ hasta la inflexión
del Verbo injerto en la carne del poema

Me torno dúctil, ruiseñor risueño
feliz de ser lo que soy
feliz, feliz! hasta la inocencia.

martes, 22 de diciembre de 2009

Te regalo “la luz"

por graciela malagrida



a mis queridos lectores
¡FELIZ NAVIDAD!




Una candela prisionera de la moda
una filigrana aparentemente frágil
un amanecer en el balcón respirando la frescura del mañana
una gaviota atravesando el océano a vuelo rasante
un transeúnte donándote su tiempo, indicándote el norte
una estella fugaz petrificada en el fondo del mar
un deseo mamushka que encierre los deseos
y te vaya liberando poco a poco, paso a paso en el camino...

Para que te acuerdes de mi
bajo la sombra de una nube cándida
voy a obsequiarte
el momento frondoso del beso y el abrazo:
de la mariposa con la flor, del alguacil con el rocío
de la araña con la presa, del agua que emana de la piedra quieta
del jugo de uvas purgando la sangre y las palabras.

Y cuando ya no tenga nada para darte
hurgaré nuevamente esa luz
que ha hendido el éxtasis
éste
de saberte gigante, indiviso, probo, poeta
gemelo de mi corazón
pequeño gorrión
hermano mío.

sábado, 19 de diciembre de 2009

Apresto y flores de nochebuena

por graciela malagrida

Sobrescribamos parte de la historia...porque una vida sin principios es como un barco sin puerto, como un cuento sin letra capital, sin nudo bien atado ni final feraz. G.M.



Desert flowers

No sabía andar sino de cara, sin cruz. Ignoraba el dolor
tras la culpa. Era supino prolongar esta agonía, pues para ella
la inexactitud era sinónimo de belleza, no un descuido.
Jamás había palpado así el doblez
como una herida abierta
como una fractura expuesta, como esa
desgarrante y última mirada …

Bisoños

-Un escritor no tiene muchos amigos
ni nada que perder
menos, su precioso tiempo
diseñado a medida
- explicaba a las paredes.
¿Si pretendía que alguien comprendiera
esa dimensión? - quizás, tal vez
a lo mejor, alguna vez…
– balbuceaba
pero sólo escuchaban las mariposas.
-¡Claro, lógicamente! – se autoconsolaba
admirando la impalpable sutileza de lo abstracto
- porque saben lo que es vivir
con los minutos contados, con las alas rotas
inferidas e igualmente bellas…
-
Y seguía: -Un escritor siente la brisa
de tal delicado aleteo
y se detiene a registrar
la sensación de eternidad
o etérea letra inédita
.-
Entonces preguntó a las flores inmarchitas:
- ¿Hay derecho a colgar a un escritor porque no presta el oído
a ciertas quejas mortales o al chisme global?
¿es justo mandarlo a la hoguera
por su forma de avistar el camino sinuoso
o notar lo cifrado, clandestino? ¿acaso
no han comido de sus manos
la palabra? ¿no ha dado su voz
hasta las lágrimas?¿no ha llenado
los cauces esqueléticos hasta nutrirlos con poesía?
-
Ellas, impávidas en apariencia
soltaron un perfume intenso, sorpresivo
fundaron una subatmósfera de emergencia

y entre elixires chispeantes
nos re-crearon armiños
con una inmensa sonrisa
en la boca del alba.

Y el fin fue el génesis
con forma de cuna
para este presto amor
último y primero.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Efigie de la virtud


Más de una vez
las he visto rallando la luna, tamizando
toda luz, mirándose al espejo, induciendo
a la inclinación exagerada que mató a Narciso.
Las he visto nadando en infusiones
chapoteando bajo la lluvia como niñas, felices.
Las he visto embarrarse los pies
entre los pobres, a orillas del río
juntando el oro que desprende el sol
cuando se oculta, repartiendo riquezas, proezas, madrigales...
Las he visto sembrando hasta en dunas y polos. Las he visto
cual vestales, sosteniendo hogares humildes
como alcázares o loas sempiternas.
Las he visto en sueños
salir como sagrados pájaros blancos
de la boca de Dios, detrás del arco iris. Las he puesto
en los tubos de ensayo de este exploratorio
hace ya tanto
tanto tiempo
.
.
.

Más de una vez han molido estrellas
y machacado noches a la vista de todos.
Más de una vez
fue la palabra mi única prenda
el único pan en la mesa
la más preciada alhaja puesta en mis dedos
en mi cuello, como pendiente ingénito, acorde
a la virtud esta
de escribirla, de sentirla latente
como un corazón
seráfico.
Es que no somos
sino esa palabra, ese soplo
henchido de expresiones
que nos precede
más de una vez...

jueves, 10 de diciembre de 2009

Trinares inextinguibles

por graciela malagrida

He muerto ya tantas veces
que no recuerdo
y de hecho
lo considero irrelevante.

He pasado a cuchillo
como pasa una res
sin sentimiento. Antes
me han pegado un golpe seco
me han degollado y desplumado
hasta se han burlado de mi sangre
de mis tintas, que creía consonantes.

Me han arrancado quizás
una lágrima que otra
en los años mozos, aquellos
cuando llorar era un pasatiempo sin delta
que no tiene cabida en estos días.

Me han arrancado incluso
otro tipo de lágrimas
maduras, curativas
hasta se han bebido mi oasis
…¿y qué? ¿acaso me veo como un desierto?

He muerto tantas
pero tantas veces
que celebro esta forma digna
de vivir en las letras
siquiera como un extra
entonando el himno ese
que traspasa los tiempos
y la fama.

He muerto, si
como un gorrión cualquiera
como un poeta, cada quinientos años
en el fuego de tus ojos
amando la vida
como el Fénix.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Encantada

por graciela malagrida


pareces un duende
verde, luminoso
te acercas
con un puñado de versos
los esparces
en el jardín de los misterios
y te vas, así como así
desapareces...

presa estoy
leyéndote
entre luciernagas.

sábado, 5 de diciembre de 2009

El meollo

por graciela malagrida


a mis amigos, todos.


Dices: - ¡poeta! ¡cuánto te quiero!-
dices cosas por el estilo…
y lanzas letras en llamas
que pueden cambiarnos
o quemarnos la casaca
o alterar alegremente
la composición del uni-verso.

Dices: - ¡qué linda se ha puesto la noche!-
y haces correr brisas
por los brazos concluyentes de este río
por la dicha del dicho
y la plétora propia de la rambla.

Digo y me expongo
como una hojuela
como una cascarilla bajo la luna…
y se le cae una lágrima
que platea mis sienes expugnables.

Dices que callas, pero vistosamente
influyes en el silente desierto de las sombras.
Y andas en puntas de pie
por el costado re-verso de la vida
dando runa, forma, giro, enlace
al lapso breve.

Dices y te arrojas
digo y te acongojas
entonces me meto el alma en un puño
para no herir más
el momento del réquiem. Dices
que algo muere, que algo nace.
Hago una pausa, discreta

...y la tilde se posa
sobre los corazones incansables, esos
que buscan un dejo de ternura hasta en las piedras.
Entonces, sólo entonces
muta a mariposa de alas nacaradas
sin olvidar sus días de tilde y de crisálida.
Entonces, sólo entonces
es hora de callar.

Dices: -¡poeta! ¡ven poeta!-
y me invitas tu mirada sedienta
y llamas al júbilo, al hallazgo
y quizás, sin darte cuenta
te vas contagiando
poco a poco, paso a paso
del dicho al hecho, en el camino
de la cadencia sublime
de la palabra en lengua
ya empapada.

jueves, 3 de diciembre de 2009

Intimas liras



por graciela malagrida
Tengo la prisa somera de la brisa
la ansiedad de los niños
el rictus de la rosa.

Tengo un patio austero
un tronco tierno
un verso suelto
discordante.

Tengo más de tres
funciones coetáneas
al mirar por la ventana:

- la de un jilguero galán
flechado por una mariposa

- la del que arriesga un piropo
y se lanza al vacío o a la trova

- la del que acalla el dolor
bajo la malla del gesto.

Tengo el relámpago
de tu última mirada…
y la tregua laxa, longeva
de esa voz
de seda.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Free pass


No soy yo
sino la noche virtuosa
quien exuda cadencia
en la luz
que se vuelve
viscosa entre las nubes.

No es más
que tu mirar sesgado
o tu caricia transversal
lo que me toca
y me hace sonar
como instrumento
del viento
transparente
cuando ya
no quedan blancas esperanzas.

Es este contacto
este botón, esta
banda magnética
la llave que abre
todas las puertas
del poema.

Nada más y nada menos
que nosotros
este amor dicho así
libremente
de este modo
lo que contagia
la alegría inefable
de inspirarnos
juntos
en el vuelo.